Hace un tiempo, os contamos una historia de superación y resiliencia que dejo boqui abierto a más de uno. En ¿Cuantas vidas tiene un gato?, Cristina de Alzaga nos presentaba a Manuel López, el pianista de la mano izquierda. Fue un niño prodigio y el estudiante más joven del conservatorio superior de Madrid. Una enfermedad desconocida trunco su carrera en la juventud y un ictus en el 2018 le paralizo el hemicuerpo derecho. Sin embargo, Manuel le ha dado la vuelta a todas las adversidades y se ha vuelto a sentar al piano gracias a sus dotes de compositor. Ha adaptado un variado repertorio de sus compositores favoritos (desde Bach hasta Rachmaninov, pasando por Falla y Granados) para ser tocados con la mano izquierda. Lleva de gira todo el año y en un par de semanas tocará en Madrid.
Hemos tenido la oportunidad de entrevistar a Manuel antes de su concierto en el Auditorio Nacional de Madrid el día 14 de diciembre (aquí tienes toda la información). Al final del post encontrareis un código que os dará un 20% de descuento para las entradas de este concierto. Todos los beneficios van a la Asociación Española del Músico Distónico. ¿Te lo vas a perder?

Neurofriendly (Nf): Manuel,muchas gracias por compartir tu tiempo con nosotros. Vamos a empezar por el principio. Nos podrías contar cómo te enamoraste de la música.
Manuel López (ML): Mi formación empezó allá por los cuatro años. Mi abuela materna, Pilar, me llevó por primera vez una academia en San Bernardo. Comencé sin darme cuenta a amar la música. Allí pude contemplar y empezar a sentir la música, incluso recuerdo jugar con los pentagramas, con las notas… se aprende jugando ¿no? El primer recuerdo que tengo fue de la Para Elisa de Beethoven, es la primera obra que aprendí de memoria. Fueron años bonitos y muy felices, llenos de horas de siesta escuchando a los grandes compositores, como Chopin, y a pianistas de la talla de Martha Argerich.
Fue con 12 años, en un concierto de piano de un compañero, donde se despertó en mi la pasión y las ganas de ser concertista de piano. Lo tenía claro. Era mi vocación.
Nf: ¿Qué paso entonces?
ML: Lo que parecía encarrilado hacía una carrera brillante, empezó a torcerse. Me sentía raro, algo me pasaba en la mano derecha y no lo entendía. Me meti hacía dentro, triste y perdido. Mis síntomas empezaron en esa epoca pero yo no sabía ponerles nombre. No entendía qué me pasaba en la mano duranto ciertos movimientos.
Me di cuenta por primera vez en una de las clases del conservatorio superior. En concreto un alumno me dijo «Manuel, el cuarto dedo de tu mano derecha se curva hacia la palma de la mano cuando tocas, lo encoges y se mete para dentro.
Yo le conteste «no sé lo que puede ser, yo no lo noto.» Ellos lo veian desde fuera pero yo no.
Nf: Como tu, la mayoría de los músicos se acuerdan del momento exacto en que empezaron a tener problemas provocados por su distonía.Todo va bien hasta que un buen día la mano o el brazo empieza a fallar. Imagino que empezo el periplo de médicos.
ML: Si, el gran problema para mi fue el no saber. Me volvía loco. Buscaba solución en traumatólogos, creyendo que era un posible traumatismo por una caída que tuve. Ellos me recomendaron que me operase. Me intervinieron cuatro veces… ¡cuatro! Pase por múltiples psicólogos y psiquiatras pensando que podía ser una enfermedad mental. Fui tratado muchísimo y sigo tratándome porque no lo he podido evitar eliminar de mi vida la ansiedad. Para mi, las relaciones interpersonales son muy difíciles. Yo siempre digo que el mejor amigo, la mejor pareja y el mejor diálogo es el que mantengo con el piano.
Al final la presión por parte de profesores y la incomprensión familiar (no falta de cariño sino incomprensión)… acabó por reventarme totalmente. Con 24 años, después un concurso, decidí abandonar la carrera profesional de piano. Esta decisión no me la creía ni yo. Desde entonces, jamás he dejado de pensar en el piano, ni un sólo día.
Nf: ¿Cómo supiste tu diagnóstico finalmente?
ML: En el 2017, a los 37 años, fu a un neurologo especialista en trastornos del movimiento. En una consulta me diagnosticó de una distonia focal del músico. Había dejado de tocar en el 2004. Veinte años sin saber lo que me pasaba.
Nf. Permiteme un inciso, Manuel. Me gustaría aclarar que con una buena historía clinica y un examen neurologico tocando el instrumento (las videofilmaciones ayudan mucho), se puede diagnósticar una distonía focal del músico en menos de una hora. Animo a cualquiera que tenga dudas de consultar con un neurologo experto en el tema. Tambien remito a nuestros lectores a algunas entradas sobre esta dolencia que afecta a músicos profesionales. En tí, la edad fue inusualmente temprana, lo cual complico más aún el diagnóstico.
ML: Si. Hay mucho desconocimiento. Por eso mi madre y yo hemos decidido crear la primera Asociación del Músico Distónico en España. Queremos arrojar un poco de luz y esperanza a todos aquellos músicos distónicos que padezen en silencio. No quiero que estén 13, 15, 20 años sin diagnóstico. Todos los beneficios del concierto del día 14 iran a la Asociacion. La distonia focal no tiene cura la grandisima mayoría de las veces, pero hay muchos tratamientos que la pueden paliar. Precisamente quiero compartir con la comunidad de Neurofriendly este testimonio y poder ser herramienta útil para todos aquellos músico que vienen detrás de mí.

Nf: Qué gran iniciativa, Manuel. Desde aquí te transmitimos todo nuestro apoyo y ánimo. Porqué la distonía debe conocerse en las academias de música, en el conservatorio y en todos los ambitos médicos. Pero, sigamos con tu historia. Te documentaste y encontraste un equipo en Japon que opera la distonía focal. A pesar de los riesgos, te quisiste operar ¿Por qué?
ML: Siempre ha habido un motor en mi, más fuerte que todo. Es una mezcla entre orgullo y amor incondicional por el piano y por la música. Nunca me ha dejado, no me dado por vencido, el amor por el piano y por lo que haces está por encima de cualquier circunstancia de la vida. Siempre tuve una lucecita, una esperanza de poder volver a mi Malaga soñada y desde ahí comenzar nuevamente a tocar con las dos manos. Siempre pensé que podría recuperarme de la distonía.
Como sabes, decidí hacerme una talamotomía en 2018. Tu sabés más que yo de esto. La cirugía es relativamente sencilla pero me advirtieron de los riesgos. La operación se hace en tiempo real, mientras tú tocas el instrumento en la sala de operaciones el médico va manipulando con un catéter en el cerebro ciertas áreas del tálamo aplicando calor mediante radiofrecuencia. Todo iba bien, yo estaba consciente, incluso me notaba mejoría en algunos momentos en la mano derecha. Pero hubo un momento en el cual sentí un calor brutal y mucho mareo. El médico dijo «tenemos que parar la operación». El resultado fue la paralisis de mi hemicuerpo derecho por un ictus. Estuve postrado año y medio en la cama.
Nf: ¿Cuándo volviste a tocar? ¿Como se te ocurrio volver a tocar con una mano solo?
ML: Durante las Navidades del 2020, en plena pandemia y transcurrido un tiempo de recuperación, me sentía más estable, había mejorado a nivel cognitivo, el habla, el caminar y podía utilizar la mano derecha para ciertas acciones. Aquí fue cuando un pensamiento profundo me llevo a volver a tocar o más bien a volver a soñar con tocar con la mano izquierda.
No me apoyaba nadie. Ni mi familia ni mi novia.
«No lo hagas. No hay público. Estamos en pandemia, no hay prácticamente audiencia.»
decían las voces externas

En abril del 2021 le planteé al departamento cultural del ayuntamiento si habría alguna posibilidad de organizar un concierto en homenaje al cumpleaños de mi madre que es el 3 de agosto. Tocaría solamente con la mano izquierda. La sorpresa del concejal y los técnicos de Cultura fue máxima. No habían visto eso en su vida. Fue mi primer concierto y nació el pianista de la mano izquierda. A partir de entonces lo que hecho es dar muchos conciertos en diferentes provincias. Quiero llevar mi música y mi mensaje a más lugares, más allá de España, a todo el mundo. El dolor transforma a las personas.
Nf: Si, cuentas una historia de mucha soledad y sufrimiento. Como dices, el dolor transforma y quizás el amor salva, en tu caso claramente el amor por la música. Para aterrizar estos pensamientos tan filosóficos, ¿cómo te ha ayudado el volver a tocar el piano?
ML: Cuando me preguntan esto, le devuelvo la pregunta al interlocutor, ¿tu bebes agua todos los días? ¿te cepillas los dientes? ¿comes a diario ? La música para mí lo es todo. Ha sido un infierno durante años y años porque la he tenido dentro, como en una pequeña cárcel. Y de repente, ¡puede salir con una mano! Para mí tocar el piano es comparable a lo que otros sienten tras una sesión de yoga. Cuando me levanto del piano, ¡me levanto feliz! Llevaba años sin sentir esa sensación. Mi única ilusión es seguir tocando para mí y poder ayudar a los demás. Tocar en el Auditoria Nacional es mi sueño desde niño…
Nf: Gracias Manuel. Tu sueño se hace realidad en un par de semanas 🙂 Muchas gracias por haber compartido tu tiempo con Neurofriendly. Transmites una pasión contagiosa. No nos vamos a perder la ocasión de aplaudir tu talento musical, tu capacidad de rebotar de la adversidad y tu empeño en ayudar a otros. No faltaremos a la cita en la sala de cámara del Auditorio Nacional de Madrid el día 14 de Diciembre.
«El amor por la música lo puede todo. Haz lo que amas y hazlo bien. Nada es
Manuel López, el pianista de la mano izquierda
imposible tanto en la vida como en la música si realmente lo amas.»
Os pasamos una entrevista a Manuel para que le conozcais mejor y os acabeis de animar a ir su concierto el día 14 de este mes y una nota de prensa sobre el concierto. Le podeis seguir tambien en Instagram: @manulpianist
Y cómo lo prometido es deuda, aquí va ese codigo de 20% de descuento para el concierto: MDTX20
Fdo. Mónica Kurtis
Impresionante Manuel, enhorabuena por tus logros, sobre todo porque te permiten seguir viviendo al lado de tu más grande pasión, el piano y la música y eso te hace vivir una vida plena a pesar de las adversidades. Yo no t llamaría el “ el pianista de la mano izda” simplemente “ EL PIANISTA”
Gracias Monica Kurtis por darnos a conocer lo grande que puede llegar a ser el SER HUMANO cuando tiene una pasión.
Gracias Mónica
Te mando un abrazo
Manuel
Gracias Susana por tus palabras. Manuel es excepcional y en efecto nos recuerda de lo que es capaz el ser humano. Todos tenemos el potencial de ser resilientes.