Parkinson y trastornos del sueño II

Neurofriendly: Tras haber comentado todos los problemas que puede tener una persona con Parkinson a la hora de dormir o mantenerse despierto hace varios meses en un post de la pluma de Javier Friendlich, nos ha parecido adecuado pedirle consejo a una neurologa especialista en sueño para ver cómo se pueden combatir. A continuación, la Dra. Laura Lillo comparte su experiencia y saber hacer con nosotros. ¡Gracias Laura!

Los trastornos del sueño son el fenómeno no motor más frecuente en la enfermedad de Parkinson (EP), y más del 60% de los pacientes los presentan. Su clínica es variada, su origen multifactorial pero, afortunadamente, escuchando las quejas del paciente, realizando una exploración y pruebas complementarias se puede alcanzar un correcto diagnóstico y tratamiento.

El insomnio es muy frecuente, favorecido por varios factores. En primer lugar, los síntomas motores (acinesia nocturna), no motores (nicturia, dolor) pueden dificultar tanto la conciliación como el mantenimiento del sueño. La presencia de trastornos del ánimo influye negativamente en la conciliación del sueño (sobre todo en caso de sintomatología ansiosa), en el mantenimiento del sueño (por aparición de ideas reiterativas) y despertar precoz (característico del paciente depresivo). Una vez establecido el patrón clínico del insomnio disponemos de un gran arsenal terapéutico para el tratamiento inicial agudo.

Si el problema se cronifica el mejor tratamiento es la terapia cognitivo-conductual para corregir los malos hábitos tanto conductuales (permanecer despierto en cama, consultar el reloj y dispositivos electrónicos durante la noche…) como cognitivos (ideación rumiativa durante el sueño, pensamientos negativos y ansiedad anticipatoria ante la hora de acostarse) que perpetúan el insomnio. Disponemos de numerosas técnicas como el control de estímulos, restricción del tiempo en cama, técnicas de contracción – relajación muscular, relajación a través de la respiración… que han demostrado ser eficaces a largo plazo. Exigen un gran esfuerzo e implicación del paciente, pero son el tratamiento de elección en el insomnio crónico con la ventaja de no conllevar efectos secundarios. 

¿Pór que ocurren estos trastornos del ritmo circadiano?

Son consecuencia de la propia afectación por la EP de nuestro «reloj interno», localizado en un nucleo del tronco del encefalo (el nucleo supraquiasmatico para más detalles). Algunos autores apuntan hacia una tendencia al avance de fase, de manera que el sueño se inicia y termina más pronto (tendencia a acostarse pronto y madrugar), aunque los resultados no son concluyentes. Otros autores creen que incluso las fluctuaciones motoras tienen su origen en un trastorno circadiano. Su tratamiento consiste en cuidar la higiene del sueño con horarios regulares, el uso de melatonina siempre bajo supervisión médica y en la pauta apropiada (4-6h antes del inicio del sueño en función del perfil circadiano) ya que su función es ajustar ese reloj biologico, no inducir el sueño. Se complementará con la fototerapia o exposición a luz natural o artificial durante las primeras horas de la mañana. Esta alternancia oscuridad (melatonina) y luz será la que logre realinear el ritmo circadiano endógeno del enfermo con el ritmo social y medioambiental.

La apnea del sueño a veces acompaña a los ronquidos

Hay que descartar también la presencia de otros trastornos del sueño como la Apnea obstructiva del sueño, muy frecuente tanto en la población general como en la EP. Ésta precisará un estudio del sueño (polisomnografía) y un tratamiento bien con CPAP, o con dispositivo de avance mandibular (DAM) cada vez más utilizados. La terapia miofuncional consiste en el entrenamiento de la musculatura faríngea-bulbar puede mejorar la apnea del sueño, a la vez que mejora la deglución, por lo que puede tener una doble función en pacientes con EP.

El Trastorno de conducta del sueño REM es característico de la EP y algunos otros parkinsonismos. Los pacientes presentan conductas violentas o vigorosas durante el sueño, generalmente intentando defenderse de aquello que les está atacando o amenazando en el sueño, aunque no suelen abandonar la cama. Tras adoptar medidas para proteger el entorno, evitando objetos cortantes o puntiagudos que puedan aumentar la gravedad de las lesiones, la base de su tratamiento es el clonazepam (siempre con receta médica, consultale a tu neurólogo), que generalmente controla o reduce los episodios. Una alternativa, sobre todo en pacientes que asocian apnea del sueño, es la melatonina.

El Síndrome de piernas inquietas (SPI) es muy prevalente en los pacientes con EP ya que se debe a la propia disfunción dopaminérgica. Se favorece por la falta de hierro (ferropenia), y puede limitar gravemente el descanso nocturno y actividades diurnas que exigen reposo como viajes, cenas, acudir al teatro, cine… Es importante conocer sus síntomas que consisten en una necesidad imperiosa de mover las piernas durante el reposo, con aparición vespertina-nocturna, y que mejoran con el movimiento. No se debe confundir con ansiedad o estrés. En su tratamiento utilizamos agonistas dopaminérgicos o la propia dopamina (en caso de EP), y más recientemente también antiepilépticos moduladores del glutamato como gabapentina y pregabalina, altamente eficaces.

Como véis dado que los trastornos del sueño en la EP son muchos y variados es importante que los pacientes los relaten a su neurólogo en la consulta, para poder evaluarlos en toda su extensión y repercusión clínica. Si fuera necesario, puede solicitarse valoración en una Unidad de Sueño para completar la recogida de datos clínicos y síntomas del paciente, lo que, junto con las adecuadas pruebas complementarias, nos llevará al diagnóstico y tratamiento más oportuno. Las opciones de tratamiento son variadas y eficaces, aunque exigen constancia y esfuerzo por parte del paciente.

Ahora bien, el beneficio es grande ya que mejorando el descanso nocturno, recuperando el sueño en cantidad y calidad puede mejorar la situación funcional durante el día. Así que ánimo, consultad con vuestro neurólogo porque todos estos trastornos del sueño pueden ser abordados con éxito.

Fdo. Dra Laura Lillo Triguero

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