¿Cuantas vidas tiene un gato? Una historia de distonía y resiliencia

A sus 43 años recién cumplidos (el 9 de noviembre de 2021), Juan Manuel López Blanco (nacido en Madrid y por tanto gato) ha vivido ya más de una vida. Como sus admirados Chopin, Liszt y Scriabin, también fue un niño prodigio de la música. Y desde que, con cuatro años de edad, su abuela lo acompañara de la mano al Conservatorio Elemental de Música y Danza de Pozuelo de Alarcón (Madrid), comenzó su primera vida como alumno de la profesora valenciana Gema Simó.

A los quince años se convierte en el músico más joven en ingresar a la Carrera de Piano en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Dos años después, con tan solo 17, acaba sus estudios y empiezan los síntomas de la distonía focal, un trastorno del movimiento que a Manuel no le diagnosticarían hasta muchos años después. “En aquel entonces no teníamos Internet y no sabíamos tanto como ahora. Dos dedos se me encogían hacia la palma, sin que yo pudiera hacer nada por evitarlo”. (Por fortuna, hoy tenemos acceso a más información y en Neurofriendly nos sumamos a la divulgación sobre este trastorno que afecta a músicos en pleno desarrollo con el post: distonía focal del músico).

Pero en su día, Manuel sufría cambios constantes de ánimo, que psicólogos y psiquiatras confundían con un Síndrome bipolar o un trastorno de la personalidad. Y con ellos, empieza una vida muy diferente. Se marcha a Holanda, a estudiar en el Conservatorio de Rotterdam con un discípulo de un discípulo de Franz Liszt. Da conciertos en distintas ciudades europeas pero le invade una profunda inseguridad: “La enfermedad remitió un poco, pero el movimiento se me seguía resistiendo”. Se exige cada vez más y la tensión de la mano va en aumento hasta que, en el verano de 2001, su mano derecha empeora y le invade una absoluta falta de confianza:

“La distonía te condiciona mucho y te hace pensar demasiado, y lo que hay que hacer con la música es sentirla, no pensarla”.

Después de varios conciertos fallidos y con una profunda depresión, prueba suerte con el violonchelo en una orquesta y, finalmente, deja la música. Comienza otra vida, que nada tenía que ver con las anteriores, alejado del piano y de la melodía. Prueba suerte en todo tipo de trabajos y se va a vivir fuera de España a distintos países, “entre ellos, Rusia, cuna de grandes compositores e intérpretes” pero nada le llena “siempre mirando de reojo por el retrovisor al pasado”. Durante esos años no pudo pisar un auditorio “ni siquiera para ir a escuchar a otros músicos”.

Un buen día, leyendo sobre Leon Fleisher (1928-2020) —el pianista estadounidense que tuvo que abandonar el piano por una distonía de la mano derecha—,  Manuel reconoce algunos síntomas, “a la vez nervioso y esperanzado”. Ningún médico había sabido darle una explicación a Fleisher quien, mientras luchaba por recuperar su mano, logra triunfar interpretando obras creadas para ser tocadas solo con la mano izquierda. Treinta años después, en 1994, tras ser diagnosticado de distonía focal, Fleisher recuperó la movilidad en ambas manos.

Para Manuel, la vida adquiere un nuevo color. En 2016, decide volver a tocar con las dos manos, “un concierto para mi abuela, que iba a morir. Toqué como buenamente pude, para rendirle un homenaje”. En 2017 fallece su abuela y, un año después, Manuel se somete en Japón a una talamotomía durante la cual sufrirá un ictus y perderá completamente la movilidad en la mano derecha.

Vuelve a caer en una grave depresión hasta que, en 2019, decide dedicarse a tocar el piano con una sola mano. En 2021 dio un concierto en Torremolinos (Málaga) al que seguirán otros en Málaga, León y Madrid.

”Quiero hacer música y encontrar un poco de paz. Ya he estado demasiados años huyendo de mí mismo. Y, a la vez, pretendo ayudar a los demás de alguna manera. Llegar a músicos distónicos y que vean que se puede tocar con una mano”.

Empieza la vida resiliente.

La resiliencia o entereza es la capacidad para adaptarse a las situaciones traumáticas y superarlas con resultados positivos. Fleisher —que falleció en 2020— contó en su libro de memorias, Mis nueve vidas (*). Memoria de muchas carreras musicales. Ed. Doubleday (2010), cómo el amor a la música lo rescató de la depresión y la auto-destrucción. Su historia, como la de Manuel, ejemplifican la resistencia del espíritu humano y la pasión como forma de vencer a la adversidad. “Nada es imposible si realmente lo amas”, asegura Manuel.

La gran noticia es que todos tenemos la oportunidad de escuchar a Manuel tocar en directo el próximo jueves 18 de noviembre a las 18:00h, en el Aula Magna de la Fundación Jiménez Díaz, en Madrid durante la Jornada Neurológica Porque no todo son fármacos. El neurólogo Pedro García Ruiz hablará sobre el papel activo del paciente neurológico en su tratamiento y Manuel se subirá de nuevo al escenario para interpretar el Concierto de Piano para mano izquierda, con piezas de Bach, Rachmaninov, Brahms, Liszt, Scriabin y Chopin. El concierto es gratuito para quien pueda acudir de forma presencial (conviene inscribirse) y tambien se podrá seguir online por youtube.

Schumann, que fuera fiel admirador Chopin y sufrió en sus propias manos los efectos de una distonía del músico, escribió, para la revista Algemeine Musikalische Zeitung, una crítica de un concierto del compositor polaco con esta famosa cita: “¡Quítense el sombrero, señores, he aquí un genio!”.

Y aquí, señores, hablamos de otro, un genio en resiliencia:

“Me gustaría llevar un mensaje de esperanza. Lo maravilloso es superarse y hacer sonar el piano como si tocaras con las dos manos. Sé que algunos pensarán que estoy loco, pero siempre tiene que haber un Forrest Gump y en este caso soy yo, solo que, en lugar de pescar gambas o correr, toco el piano con una sola mano”.

Manuel López Blanco

¡Nos vemos el jueves que viene!

Mas info: https://www.fjd.es/es/sala-prensa/agenda-eventos/jornada-neurologica-farmacos

Firmado: Cristina de Álzaga

(*) En los países anglosajones, los gatos no tienen siete vidas sino nueve.

Os pasamos links a algunos vídeos en los que podéis ver a Manuel Lopez Blanco tocar al piano:

Aleksandr Scriabin Nocturno en Re b Mayor Op.9 n2
https://www.instagram.com/tv/CVsDCLdAniU/?utm_medium=copy_link

Franz Liszt (Sueño de amor Liebestraum n.3)
https://www.instagram.com/tv/CVvsxwJAUy0/?utm_medium=copy_link

Frederic Chopin (Nocturno en mi b Mayor)
https://www.instagram.com/tv/CVxP4H3g7R2/?utm_medium=copy_link

9 comments

  1. Muy bonita historia!!!

    Hay que destacar en cuanto a distonias, un paradigma importante, existe el Parkinson distónico, especialmente doloroso porque este no implica una distoia local sino general, variable, intensa y muy dolorosa cuando quiere, eso de que Parkinson NO DUELE, es falso, muy falso.

    El dolor y la resiliencia está bastante poco complementados, es muy difícil desviar/ paliar el sufrimiento que ocasiona el dolor, nuestra esperanza está exclusivamente en una » bala de oro», hoy por hoy, que nuestro cerebro sepa administrar la levodopa externa que se le da completamentado con una buena dosis de Mindfundess en el proceso….

    No nos olvidemos de ello…. existimos

    1. Gracias por tu comentario Almudena. En efecto, la distonia puede ser dolorosa y la distonia existe como entidad propia (primaria) o secundaria a otras enfermedades como la parálisis cerebral o la enfermedad de Parkinson. Como explicas, los movimientos de contorsión de cuello, brazos, tronco o piernas pueden ser muy dolorosos y vivir con dolor crónico que además fluctúa es muy complicado. Gracias por recordarnos que existe el Parkinson distónico.

      1. Buenas tardes Mónica, soy estudiante de Máster General Sanitario y tengo gran interés en realizar mi Proyecto Fin de Máster sobre distonía en adolescentes. Y he pensado como referente profesional sobre distonía, me gustaría, si es posible, hablar con usted antes de establecer las bases de mi investigación. Si desea contactar conmigo, por favor, envíeme un correo a: alcaniz.marina@gmail.com

    2. Gracias, una historia así ayuda a levantarte cada día con ganas y convencimiento de que puedes hacer algo que de significado a tu vida

      Fernando de la Peña Olvas

  2. Resiliencia a tope! No hay adversidad que no se logre superar. Enfocar la solución y no el problema, es la clave. Gracias doctora por este relato

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