¿Qué es la musicoterapia?
Es la utilización de la música o de sus elementos, sonido, ritmo, melodía y armonía, para descubrir potenciales o restituir funciones del individuo con el fin de que alcance una mejor organización intrapersonal o interpersonal y una mejor calidad de vida. Resumiendo, es un medio para producir cambios en el individuo.
El uso de la música como elemento para el cambio de la conducta humana no es algo nuevo.
Al ser un medio de expresión y comunicación no verbal, con efectos emocionales y de motivación ha sido utilizada como instrumento para manipular y controlar el comportamiento del grupo y del individuo desde hace siglos.
A algunos se nos viene a la mente la escena cinematográfica del 71 Regimiento de los Highlanders atacando Bangalore (India) bajo los acordes de las gaitas escocesas en 1791. Y eso que las malas lenguas decían que en las guerras coloniales los británicos sólo ponían los oficiales y la música, el resto era local, incluidos los muertos.
La música no está localizada en un área concreta del cerebro; en el hemisferio izquierdo se procesa el ritmo y la comprensión de la letra de una canción; en el derecho se procesa el tono, la armonía, el volumen y el timbre. Para procesar el sonido y hacerlo música estos nodos de procesamiento tiene que funcionar, así como las conexiones entre ellos, estableciendo una red neuronal que (por ahora) supera a cualquier ordenador.
Por ello la música tiene un efecto multimodal: lenguaje, memoria, atención, razonamiento espacio temporal y atención. Produce efectos beneficiosos a tres niveles:

+ Cognitivo: aumenta la capacidad de aprendizaje, de atención y concentración, mejora la orientación y estimula la comunicación y el lenguaje;
+ Físico: mantenimiento de la movilidad de las articulaciones y la fuerza de la musculatura, relajación y disminución de los niveles de ansiedad;
+ Socioemocional: aumento de las interacciones sociales, mejora de las habilidades sociales y la autoestima, previene el aislamiento.
La musicoterapia se emplea en neurología y psiquiatría como terapia complementaria con muy buenos resultados. De hecho hay una rama específica creada en 1990 por Michael Thaut: la musicoterapia neurológica que aplica de forma terapéutica la música en disfunciones motoras, sensoriales y cognitivas.
Para los que tenemos Párkinson funciona muy bien. Empleamos el ritmo de la música con el fin de mejorar el movimiento y el estado anímico y la melodía para mejorar la dicción y la expresión. Te ayuda mucho en “esos momentos especiales” que muchos conoceréis, en los que quieres dar un paso y la pierna ni se mueve, parece que está clavada en el suelo. Os la recomiendo tiene efectos muy positivos. La fisioterapia, la logopedia y la musicoterapia son nuestras 3 terapias complementarias básicas.
Pero vayamos al Rey.
Un precursor de la musicoterapia en nuestro país, fue Felipe V, el primer rey de la casa de Borbón en España. Desde su juventud tenía un carácter melancólico, era abúlico, tímido e inseguro. Caía frecuentemente en breves episodios de depresión que en cuestión de minutos daban paso a un estado de euforia.

El 4 de octubre de 1717 Felipe V sufrió un ataque de histeria mientras daba un paseo a caballo: creía que el sol le atacaba. Fue el inicio de un lento recorrido hasta la locura extrema. Padecía trastorno bipolar tipo I, episodios melancólicos cada vez con más frecuencia e intensidad, brotes hipomaníacos (episodios destructivos) y delirio nihilista de Cotard o delirio de negación.
Consciente de la incompatibilidad de su estado con el gobierno del reino así como de sus posibilidades de acceder al trono de Francia si fallecía prematuramente Luis XV, decidió en 1724 abdicar en su hijo Luis, que pasó a ser Luis I, segundo rey Borbón de España.
Vemos que la locura y la ambición no son incompatibles.

Creo que el 90% de los españoles no conoce la existencia de este rey pues sólo reinó 8 meses, el segundo reinado más corto en España. El récord lo tiene Felipe I, más conocido por “El Hermoso”, con 2 meses de reinado.
Felipe V vuelve a reinar y paradójicamente a diferencia de su hijo, su reinado es el más largo de todos los que ha habido: 45 años y 3 días. La muerte de Luis I aceleró la evolución de su demencia.
Isabel de Farnesio, segunda esposa de Felipe V, observó que el estado mental de su esposo mejoraba cuando escuchaba cantar al cantante “Castrato” Farinelli. (A los niños que habían demostrado tener condiciones especiales para el canto se les castraba con el fin de que conservaran su voz aguda en la etapa adulta, les llamaban castrati).

La reina contrató a Farinelli, quien cantaría todas las noches para el rey. Felipe V agradecido por los efectos del canto en la evolución de su enfermedad le nombró Primer Ministro a título honorífico. El cantante que vino a España con la intención de quedarse por unos meses, acabó residiendo aquí casi 25 años.
Como veis, la música no sólo calma a las fieras, puede incluso ganar títulos nobiliarios.
“Si hay música en tu alma, se escuchará en todo el Universo.” Lao Tsé, filósofo chino (s. IV a.C.)
Firmado: Javier Freundlich
Queridos Marga, Paco y Lola:
Muchas gracias por vuestro apoyo continuo, siempre estáis dándonos ánimo y alentándonos a seguir.
Marga y Lola, hace tiempo que para mi ya se acabó el placer de tocar un instrumento, de poder escuchar los sonidos que producía mi cerebro sin prestar atención al resto del cuerpo. Era mágico. Ahora, no tengo temblor ni en reposo pero los dedos no son capaces de seguir al cerebro, se ha vuelto “perezosos”. Lola disfruta de tu piano y Marga, que tu padre siga pudiendo disfrutar de su violín muchos años.
Pronto volveré a la carga con un tema apasionante que espero que también sea de vuestro interés, hasta entonces os envío un fuerte abrazo
Javier Freundlich
Muchas gracias Javier, siempre tan ameno. Es muy interesante pues tengo un piano hace dos dias, y la verdad es que estoy más ligera al andar, a pesar de que estoy muy ocupada pero cuando me levanto, incluso antes de desayunar me pongo a tocar, y hasta soy más feliz y estoy más contenta el resto del día.
La desidia emocional no resiste un twist. Admitamos que el negro es un color elegante pero no para perpetuarse en el sufrimiento, eso quedó para el romanticismo. Leeros es gratificante y más que nunca cuando estás de bajón. Así que: Balamba buluba balam bam bu. Un abrazo.
Gracias por compartir esta experiencia con nosotros Marga. Los pacientes con Enfermedad de Parkinson no suelen tener mucho temblor al hacer cosas, al utilizar las manos para comer o tocar el violín, como dices aquí, pero sí mientras no las usan. Y qué alegría que la memoria involucrada en la música esté tan bien conservada en tu padre.
Confirmo que la música va genial como terapia complementaria 😀
Os cuento, mi padre es músico (uno nunca deja de serlo) y aunque el parkinson hace que le tiemblen las manos y que haya días que su mente esté confundida, él coge su violín y una partitura y toca un ratito cada día. Ese ratito, ni tiembla ni está confundido. Es como un momento de escape.
Marga