El temblor de Hitler

Neurofriendly: Hace unos días, un seguidor me escribió un correo que, con su permiso, voy a compartir con vosotros porque me ha servido para aprender mucho. Este lector firma con un pseudónimo muy agudo: Javier Freundlich, que será el que utilizaremos de aquí en adelante.  Paso a transcribir su mensaje sin más dilación. 

Javier Freundlich: En primer lugar quiero felicitaros por los últimos dos posts “Neurofriendly de cine y Neurofriendly de cine II. Respecto de la película “El hundimiento”, quería comentar que, afortunadamente, hay vídeos sobre la última aparición de Hitler en público, donde se ve con claridad el temblor de su mano izquierda. El video se titula “Адольф Гитлер Болезнь Паркинсона старость в 1945 Adolf Hitler Parkinson’s Disease Nazi Germany WW2”, pero que nadie se asuste porque, aunque el vídeo tiene origen ruso, está en inglés con subtítulos en inglés. Este es el link:  https://www.youtube.com/watch?v=Q_s29pbYAw8

Este video fue censurado por la Gestapo. A partir de este visionado, se me ocurren varias cuestiones. Quisiera saber si se trata de un temblor distónico o de un temblor parkinsoniano. En la imagen se ve claramente que Hitler lleva la mano izquierda en la espalda, como en la película, y además sujeta un objeto (parece una funda de gafas o un guante); por tanto, no esta en reposo.

Neurofriendly: ¡Qué descubrimiento este documental! Tienes razón con lo del temblor pero, si os habéis fijado bien en el documental, veréis que Hitler llevaba la mano a la altura del glúteo izquierdo. Bruno Ganz la llevaba en la cintura como véis en la foto de la pelicula. La postura de Hitler es mucho más reposada y cómoda que la del actor (probarlo). Puede parecer una diferencia sutil (de hecho, lo es), pero nuestro cerebro es una máquina muy perfecta que interpreta nuestros movimientos con esa exactitud. 

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Bruno Ganz en el Hundimiento con la mano temblorosa en la cintura

En torno al minuto 1:28 del documental, se ve un típico temblor de reposo de la Enfermedad de Parkinson. Hitler tiene el brazo en extension, al lado del cuerpo y le tiembla la mano izquierda. Por tanto, creo que este documental mitiga toda duda sobre el diagnóstico del canciller.  

Javier Freundlich: Para dar más datos, adjunto la descripción que sobre Hitler hizo Gerhard Boldta, un joven oficial de la Wehrmacht adscrito al cuartel general de Hitler como ayudante en abril de 1945:

Despacio, fuertemente encorvado, arrastra sus pies en dirección a mí. Extiende su

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Típica postura parkinsoniana

mano derecha y me mira con una rara mirada penetrante. Su apretón de manos es débil y suave, sin fuerza alguna. Su cabeza se tambalea ligeramente. Su brazo izquierdo cuelga con holgura y su mano tiembla bastante. Hay un indescriptible brillo parpadeante en sus ojos, creando un efecto temible y totalmente antinatural. Su rostro y las partes alrededor de sus ojos dan la impresión de agotamiento total. Todos sus movimientos son los de un hombre senil.”

 

Neurofriendly: la descripción del rostro y la postura parkinsoniana de Hitler son muy acertadas y similares a las que utilizan los familiares cuando se refieren a su ser querido afectado con Parkinson: «está envejecido, como si le hubiesen echado años encima de repente» o «su cara es como de cartón, totalmente inexpresiva»

Javier Freundlich: Me llama también la atención que, tras el atentado del 20 de julio de 1944, dejase de temblar durante unos meses. En dicho atentado, explotó una bomba oculta en un maletín debajo de la mesa de reuniones, pero el grosor del tablero y el hecho que el edificio fuese de madera, salvaron la vida a Hitler, que sólo sufrió algunas quemaduras y la rotura de ambos tímpanos. De hecho, el Führer comentaba con ironía a sus allegados que “no es la forma que yo hubiera escogido para curarme”. ¿Hay alguna relación entre las explosiones y el temblor o fue una simple casualidad?

Neurofriendly: La verdad es que no hay datos sobre la relación de los explosivos y la enfermedad, que yo sepa (por fortuna, ¡no hay muchos casos!). Entiendo que por las quemaduras Hitler llevase el brazo vendado y por tanto se apreciase menos el temblor… pero no lo sé.  Un apunte para los cinefilos, este atentado se llevó al cine en la película alemana  del año 2004 «Operación Walkiria«, en la que el actor Sebastian Koch da vida al conspirador Von Stauffenberg y hay una versión americana del año 2008 con Tom Cruise.

medications-342462_640Javier Freundlich: Hay especialistas que achacan el origen del Parkinson de Hitler al consumo de metanfetaminas. Su médico, el Dr. Morell, le llegó a administrar 70 fármacos distintos y le ponía entre 2 y 3 inyecciones diarias. Además, si tenía que dar un discurso, le inyectaba Pervitin: metilanfetamina + glucosa. ¿Es correcta esta afirmación? ¿Hay correlación entre las anfetaminas y el Parkinson?

Neurofriendly: No hay una correlación directa con el Parkinson y las anfetaminas, pero todos los excitantes, incluyendo drogas como la cocaína o, incluso, la cafeína, pueden agravar cualquier temblor porque aumentan la adrenalina en sangre. Hitler debía agradecer ese «subidón» antes de las intervenciones públicas, pero, sin duda, le hacían temblar más.

Javier Freundlich: Me pregunto hasta qué punto las escenas del vídeo y la descripción que he adjuntado no están también influenciadas por el síndrome de abstinencia. Entre los fármacos que le administraban regularmente figuran la cocaína, las anfetaminas, los barbitúricos y los opiáceos. Fármacos que, tras los bombardeos masivos a las fábricas de medicamentos de 1944, eran muy difíciles de conseguir. Además, el Dr. Morell, que era un oportunista, logró salir del bunker y volar a zona americana escapando de los rusos, por lo que en los últimos días el hipocondríaco de Hitler no tuvo asistencia médica. Creo que es una observación a tener en cuenta. ¿Las imágenes reflejan sólo la enfermedad de Parkinson o un Parkinson más un “mono” importante?

Neurofriendly: Creo que sólo Parkinson. El «mono» (cualquier droga en realidad o falta de ella) afectaría a ambos lados del cuerpo y veríamos un temblor bilateral, no sólo en la mano izquierda. 

Javier Freundlich: Una curiosidad histórica, el Dr. Morell llevaba una historia médica muy exhaustiva de su paciente. Justificaba todos los tratamientos para poder defenderse ante posibles tribunales si se moría Hitler. El 20 de agosto de 1941 anota que el Führer (52 años) tenía temblores en las manos y que estaba aturdido y agitado, por lo que le prescribe Brom-Nervacit, un barbitúrico. Sólo en 1944 anotó que tenía Parkinson, lo que indica que no debía de ser muy evidente durante los 3 primeros años de la guerra.

Lo peculiar es el tratamiento que le prescribió: Homburg 680 (extracto de belladona) y Harmin (un alcaloide de belladona que se usaba para controlar los temblores). Me imagino que el uso de la belladona habrá pasado a la historia.

Neurofriendly: Si, la belladona es historia. Curiosamente, esta planta contiene escopolamina (entre otras muchas cosas) que es un farmaco anticolinérgico. En la actualidad, a veces, utilizamos esta clase de fármacos para combatir el temblor y algunos parkinsonismos farmacológicos. En aquella época (pre-levodopa como vimos en la pelicula Despertares) era lo único que tenían contra el Parkinson y el temblor. ¡Algo sabía el Dr. Morell! 

Gracias Herr Freundlich por tu curiosidad y por compartir este video y datos históricos con nosotros. 

Firmado: Javier FreundlichMónica Kurtis

4 comments

    1. Volveré a ver esta película también Despertares y El último concierto con una nueva visión.Gracias por ayudarnos a ver lo que no sabemos «ver» y a tomar nota de que no todos los hechos o aseveraciones que nos presentan los medios , sean películas o programas de difusión histórica o científica, son veraces y que con frecuencia no están respaldados por una labor de investigación seria.

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